lunes, 4 de abril de 2016

mi soledad bucea en un mundo que no cabe en este mar de nada

Un hombre pasea por el patio,
choca con una hormiga que llora,
se le ha roto una ilusión; agua, nubes, desolación.
Las olas ahogan unas uñas mal pintadas,
cómo se escapan las oportunidades...
La hormiga no para de llorar, el agua se ha llevado sus sueños
a nado, bajo una balsa, aguantando todo el peso,
escociendo la herida del náufrago,
lloviendo en la cara del hombre que pasea.

Un hombre llora en el patio que pasea,
Un patio llueve en el paseo que hormiguea...

Ha cogido a la hormiga y tras las rejas del patio de la cárcel la ha dejado libre caminar.
Ha dejado de llover, ha dejado de escocer,
ha dejado de llorar, ha dejado su cuerpo en las olas del tiempo preso,
ha dejado su alma en una hormiga que pasea tan despacio que se inunda el patio con tanta libertad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario