sábado, 2 de octubre de 2010

La noche se confiesa cuando uno abraza al silencio


Ya huelo el final, olor de melancolía y desilusión se asoma esta noche por mi ventana, para visitarme, para saludarme, para recordarme que pronto nos volveremos a ver, que la suerte es una ráfaga de viento que se escapa por la rendija de la puerta, que nuevas horas de soledad y reflexión me esperan a la vuelta de la esquina, en la misma calle dónde tantas veces me he besado con la desdicha y le he confiado mis más íntimos secretos... hoy me he asomado y he contemplado a la luna y con aquel olor tan familiar le he pedido que se apiade de aquellos amores que aun no llegaron, y quedan por asomar en esta misma ventana tan solitaria que hoy me pide compañía a gritos, que le ofrece asilo a mi confianza, que sueña cada madrugada con que las estrellas nos alumbren por la mañana... esta misma ventana que asustandose al percibir esta noche una fragáncia tan oscura ha decidido cerrarse...