domingo, 1 de mayo de 2016

A mi madre. Ekfrasis: Un hermano en la playa.


En el mar hay un ojo
Que siempre te observa
Con la pupila inyectada
En sangre de olas.


En el mar hay un ojo
Que escucha
Todo lo que dices
A través de una caracola.

Siempre te observa
Y vuelve a la vida que le diste
Destejiendo el manto
Marino de las horas.

En el mar hay un ojo
Que dejamos muy quieto,
Como un barco anclado a una roca,
Y el otro, desde el cielo,
Nos habla como si fuese una boca.

Desde allí, sabe lo que somos,
Sabe lo que hacemos,
Y nunca se equivoca.

Lámpara colgada en lo alto,
Iluminadora de la tierra,
Farola de nuestros actos.

En el mar hay un ojo,
Trístemente hondo,
Inexplicablemente humano.

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