viernes, 28 de mayo de 2010

Que tu espada sea la risa y tu escudo una sonrisa.


Ha pasado tan poco de esta foto, y he cambiado tanto.. realmente no sé si eso me pone triste, o me alegra. Antes, veía a todo el mundo como personas buenas, y si veía a gente mala, pensaba que estaban dentro de su naturaleza y que realmente la que hacía mal era yo, y aun sigo siendo así en ese sentido.. y todos esos recuerdos, y mi manera de ser me afectan cada día. Cada vez que alguien me desacredita, me humilla, o me hace sentir mal, realmente me siento mal, como quisiera ser como otros compañeros, a los que se les dicen las cosas y realmente no le dan importancia.. por desgracia, yo no soy así y siempre me he preguntado el porqué! me consideraba alguien normal, y extraña al mismo tiempo.. normal en el sentido de que no intentaba maquinar en contra de nadie, y extraña por no seguir a los demás, ni hacer esas mismas cosas.. y por no ser igual, la gente me ha tratado diferente, y yo les he tratado igual por ser diferentes a mí.. pero nunca con indiferencia. Me he planteado muchas veces el hacer caso omiso, y entender que si no me ayudan cuando estoy mal, tampoco deberían dañarme cuando estoy bien... tengo tanto miedo de tener que renunciar a mis sueños por culpa de mis prejuicios.. y es que los sueños, es lo único que tengo, y no les veo en el derecho de arrebatarme nada. Por suerte, me quedan aliados, esos amigos que siempre serán los que me digan cuando hago algo mal, no para hacerme sentir triste, sino para que la próxima vez lo haga mejor. Y los que me animan, o me apoyan cuando realmente lo merezco.. los que me preguntan ¿cómo sigues? ¿cómo estás? cuando todavía no me ha pasado nada malo.. los que me ayudan a creer en mí, porque ellos lo hacen... los que me han enseñado que hay recuerdos.. momentos que en la vida , se van, o se olvidan.. pero que el amor queda, la amistad, la sensación, la base de la casa.. de esta pequeña casa que hoy vacía y llena de polvo se dispone a escribir estas lineas.